Poco a poco el “empoderamiento de los padres y madres” en las terapias de su hijos/as se ha ido perfilando y definiendo mejor. Es un hecho aceptado, cada vez más común entre las diferentes instituciones, pero aún no es universal.
Muchas familias siguen arraigadas a la terapia tradicional, donde la figura del logopeda es la única que interviene de forma directa con el niño o la niña algunas horas a la semana, sin ser conscientes que eso no sería necesario si ellos aprendieran a actuar, basándose en los criterios profesionales, diariamente y en los entornos donde surgen las dificultades (casa, parque…).
El empoderamiento de los padres y las madres en las terapias de sus hijo/as implica
Instruirles en aspectos fundamentales relacionados con las dificultades de su hijo/a y en los aspectos particulares del mismo/a.
Orientarles en la búsqueda de información y asesorarles en las medidas generales de precaución que deben tomar para evitar acciones que no favorezcan la terapia.
Ayudarles a realizar entornos estructurados en casa y en otros ambientes en los que su hijo/a pueda llevar a cabo los objetivos planteados en la terapia.
Enseñarles a utilizar las técnicas empleadas en la terapia de su pequeño/a con el fin de poder trasladarlas al entorno natural.
Conseguir que poco a poco las intervenciones sean realizadas por ello/as mismo/as y el profesional sea únicamente un mediador en la terapia de su hijo/a.
Instruirles para que sean críticos con la información que registran de su hijo/a, así como, valorar los progresos obtenidos en conjunto con el logopeda.
Es importante entender los beneficios de una terapia empoderada por la familia donde los avances del niño o la niña son mucho más rápidos y exitosos que los realizados en la terapia convencional.
¡Sé crítico y busca un buen profesional que te empodere!